Sunday, November 29, 2009

¡Oh dios mío, bajaron a Kenny!

La realidad es que esta obra, no cabe duda, nos ha hecho visitar algunos lugares extraños, reales y virtuales. Por tirar un par:
- Cuando ganamos la subasta de la silla de ruedas más oxidada y del horror que jamás haya existido y, convencidas de que el título en Mercado Libre "vendo silla de ruedas, pertenecía a mi madre" encubría la turbia agonía de la viejecita, oxidando sus últimos días bajo la lluvia, fuimos a retirarla. Llegamos y Norman Bates nos ofrece su artículo estrella: una camita ortopédica fetén fetén. Se nos hizo agua la boca, pero no nos alzanzaron los morlacos.
- Cuando tuvimos que introducirnos en el mundo de la música funcional para ambientar al ascensor de Ramona. El elegido, y fue dificil dejar afuera a Zamfir y su "Yesterday" en el Sicus, fue el gran Kenny G. Pero, como estaba un poco alto, lo tuvimos que bajar, una pena:

- Sumo el viaje que hicimos a San Justo para conseguir las velitas falsas a mitad de precio. Sólo llegar para descubrir que bajarnos era en la ruta. Weist Road.